TÚNEZ
Un mar de colores tan intenso y maravilloso que atrapa al viajero en una gran aventura. Esto es Túnez. Viva. Fascinante. Único. Una experiencia que te lleva a paisajes increíbles, a través del dulce aroma del jazmín.
Caracterizado por su historia, ciudades llenas de bullicio, mercados, artesanía, playas, un extenso desierto y unos habitantes amables que estarán encantados de ayudarte en todo momento, Túnez es una perla situada a orillas del Mediterráneo que brilla con luz propia.
El abrasador desierto del Sahara, que ocupa alrededor del 40% de su territorio, contrasta con tierras cálidas y muy fértiles. El mar cálido y transparente del Golfo de Gabés se ve compensado por las montañas del Atlas y Ksour, y los pequeños oasis entre las dunas.
De la agradable brisa marina se pasa fácilmente al tórrido viento Ghibli. Túnez lo es todo y lo opuesto a todo, en un conjunto espectacular. Su capital, bautizada con el mismo nombre que el país, es un claro ejemplo de ciudad árabe.
Con más de 4000 años de antigüedad, la ciudad de Túnez es un hermoso laberinto de joyas arquitectónicas. ¿Lo más impresionante? Su medina, considerada la más hermosa del Magreb. Los bazares están repletos de dulces, zapatillas, artesanía tradicional, teteras, ropa típica, tés, infusiones...
Aunque después de caminar durante horas por la animada capital es probable que quieras quedarte allí para siempre, Túnez también tiene otros muchos tesoros de los que presumir: ciudades como Sousse, Djerba, Mahdia, Hammamet o Monastir dibujan un mapa lleno de contrastes de un país que combina paisajes coloridos.
DJERBA
Djerba "la douce" se asemeja, por el verde de la vegetación, el oro de la arena y el azul intenso del mar, a un oasis flotante cubierto de palmeras, olivos y árboles frutales con flores brillantes, entre las que destaca la deslumbrante vista de los menzel, casas tradicionales similares a pequeñas fortalezas.
Djerba "la douce" se asemeja, por el verde de la vegetación, el oro de la arena y el azul intenso del mar, a un oasis flotante cubierto de palmeras, olivos y árboles frutales con flores brillantes, entre las que destaca la deslumbrante vista de los menzel, casas tradicionales similares a pequeñas fortalezas.
Su centro principal, Houmt Souk, es un pueblo de casas encaladas, funduqs, bonitas plazas y mercados de telas y artesanía. La vida nocturna de Yerba, especialmente en la zona turística de Midoun, ofrece numerosas posibilidades. La isla de Yerba es la más grande del norte de África y está conectada al continente por un puente romano.
La particularidad de su paisaje, inusual y salvaje, los kilómetros de playas de arena fina, la claridad de sus aguas, así como la hospitalidad de su población y los confortables hoteles, lo convierten en uno de los lugares más populares para pasar las vacaciones en el Mediterráneo.
ZARZIS
Zarzis es un puerto de origen fenicio en una magnífica posición entre el desierto y el mar, que a pesar de la presencia de algunas instalaciones turísticas, deja espacio al paisaje silencioso del interior y a playas desiertas enclavadas en una costa más salvaje y rocosa.
Zarzis es un puerto de origen fenicio en una magnífica posición entre el desierto y el mar, que a pesar de la presencia de algunas instalaciones turísticas, deja espacio al paisaje silencioso del interior y a playas desiertas enclavadas en una costa más salvaje y rocosa.
A pocos kilómetros de Zarzis se encuentran las ciudades de Medenine y Tataouine, antiguos pueblos bereberes en el umbral del Sahara, interesantes por sus ksour, fortificaciones formadas por la superposición de ghorfas, graneros antaño utilizados para defenderse de los invasores.
El pueblo de Chenini, uno de los más fascinantes, está excavado en la roca en una posición espectacular sobre la inmensidad del desierto rocoso. Es imprescindible visitar Matmata, con sus viviendas trogloditas que parecen cráteres y que dan al paisaje un aspecto lunar, escenario de numerosas escenas de la película "Star Wars".
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