Renombrada por los estadounidenses como "Hawaii Atlántico", las Islas Canarias, un archipiélago volcánico situado al sur de la Península Ibérica y en el lado del continente africano, ofrecen una gran variedad de playas donde tomar el sol,
 practicar deportes acuáticos y descubrir una naturaleza sorprendente.
256 kilómetros de playas volcánicas y vírgenes, fondos marinos que sorprenden con flora y fauna, dunas interminables, arena blanca y negra, piscinas naturales… Las Islas Canarias, en medio del océano Atlántico, son todo esto y mucho más.
Debido a su proximidad a las costas del África sahariana, son islas de eterna primavera: con excelentes temperaturas durante todo el año, ¡las Islas Canarias son de hecho un punto de referencia para unas vacaciones en todas las estaciones!
FUERTEVENTURA.
 Árida, salvaje y con una extensión de 150 km, ¡Fuerteventura es la más caribeña de las Canarias! La isla ofrece decenas de kilómetros de playas de arena fina provenientes del cercano Sahara. Al norte se encuentran las Dunas del Parque Natural de Corralejo; al sur, las interminables playas se extienden desde Costa Calma hasta Jandía y Morro Jable.
Pero la isla ofrece mucho más... con sus más de 1.600 kilómetros cuadrados, ofrece muchas oportunidades también para quienes quieran visitar el interior, con sus paisajes “africanos”, los pueblos característicos que recuerdan la España de antaño, las costas salvajes del oeste y la Tindaya, una montaña en la antigüedad considerada sagrada por los aborígenes.
Incluso los más deportistas encontrarán en Fuerteventura el lugar ideal para practicar numerosos deportes acuáticos y no acuáticos: surf, windsurf, vela, buceo, cicloturismo, senderismo, equitación, golf y muchos más.
 Los jóvenes apreciarán especialmente el animado ambiente que ofrece Corralejo, el centro más animado de la isla; pero Morro Jable, Costa Calma y Caleta de Fuste también ofrecen diversas y agradables opciones de entretenimiento para todos.
Por último, Fuerteventura disfruta de un clima suave durante todo el año, con cambios mínimos incluso entre el día y la noche: es por tanto el lugar ideal para renovar mente y cuerpo.